viernes, 12 de abril de 2013

Mezuca

Esta palabra me ha venido a la memoria en estos días que he estado convaleciente de un fuerte resfriado, durante los cuales me he tragado demasiadas horas de televisión. En ellos he podido comprobar que en los programas de corazón  hay mucho " mezuca", gente que se mete en la vida de los demás, que habla de otros, de cosas que no le importan a nadie, que meten la nariz en asuntos que no son de su incumbencia, y que aparecen en nuestras pantallas camuflados de periodistas que dicen informar pero que no dejen de ser vulgares cotillas.
Igual ocurría antes cuando los adultos hablaban y tu desde la curiosidad de niño metías tus narices en la conversación, o mejor dicho, intentabas hacerlo, porque a la primera de cambio te soltaban "tu a callar, mezuca", o te largaban de forma inmediata.
Es agradable poder usar ese calificativo hoy en día  y dirigirte  con el a un igual, no hacer uso de la autoridad que te confiere la edad, como hacían con los de mi generación.
En mi época podíamos pecar de  mezucas pero en la actualidad y visto lo visto, continua habiendo más de lo mismo, tal vez porque el hombre es un ser mezuca o cotilla por naturaleza, cualidad que posiblemente le venga dada desde el momento que es considerado como ser social.
Seguramente sea eso, el hecho de vivir en sociedad sea lo que nos lleve a meter nuestra nariz en los asuntos ajenos,  y si no preguntemos a Susanita.
Pero mi humilde opinión es que preferimos mezuquear que preocuparnos por nosotros mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario